Estos últimos años se ha producido una transformación sin precedentes en el modelo de gestión de los centros comerciales. Antes, estas grandes superficies se centraban en la oferta de tiendas y servicios, pero ahora vemos una transición hacia experiencias más completas y personalizadas. El consumidor ya no solo busca comprar e irse, sino que espera encontrar un espacio que le ofrezca entretenimiento y pueda comprar lo que necesite, disfrutar con la familia o amigos, consumir en zonas de restauración, etc.
En este sentido, la transformación tecnológica ha ayudado a conocer gustos y disponer de tecnologías que facilitan la experiencia de compra a los clientes. Además, también nos ha permitido crear entornos más interactivos y convenientes para mejorar y completar la propuesta de ocio, cultura y gastronomía.
En lo que respecta al usuario, estamos experimentando un constante cambio. Buscan experiencias únicas y aprovechar el tiempo. Esperan un espacio que satisfaga sus necesidades de compra y entretenimiento. Por ello, ha sido fundamental la adaptación para cumplir con sus expectativas.
En términos de iniciativas exitosas, hemos implementado nuevos espacios de descanso, zonas que introducen naturaleza, llevando a cabo una renovación de iluminación en muchos centros e incorporando firmas adaptadas a las necesidades de los clientes de la zona. Estas iniciativas nos han permitido reactivar el interés, aumentar la afluencia de visitantes, prolongar el tiempo de permanencia, así como, impulsar las ventas de nuestros comerciantes.